Latinoamérica, una región rica en cultura, recursos naturales y potencial económico, ha sido durante mucho tiempo objeto de interés para inversionistas de todo el mundo. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿vale la pena invertir en América Latina?
La región cuenta con una población joven y en crecimiento, lo que representa un mercado interno dinámico y un potencial laboral considerable. Además, de acuerdo con CAF, la actividad económica más importante en las próximas décadas será la economía baja en carbono. De hecho, tendremos que reinventar sobre bases verdes prácticamente casi todo lo que producimos y consumimos y cómo lo consumimos. Para ello, será necesaria mucha energía verde, mucha agua y muchos minerales de la economía baja en carbono.
América Latina y el Caribe (ALC) es la región mejor posicionada para apoyar al planeta en esta misión, ya que varios países ya cuentan con matrices energéticas bastante verdes, tienen las doce mayores reservas de agua y muchas de las mayores reservas minerales de la nueva economía, como el litio, níquel, cobre, grafito, tierras raras y minerales de hierro de alto contenido. La región también tiene otras condiciones de gran interés global, como el bosque tropical más grande, los dos biomas más importantes del planeta, la biodiversidad más rica y un enorme potencial para aprovechar los grandes mercados globales de créditos de carbono y la bioeconomía.
IMPAQTO Capital y los fondos de inversion de impacto
Además de las oportunidades tradicionales de inversión en América Latina, también vale la pena destacar el papel cada vez más relevante de los fondos de inversión de impacto en la región.
IMPAQTO Capital es un ejemplo notable de esta tendencia. Como fondo de inversión de impacto con sede en Ecuador, buscamos apoyar a empresas que generan un impacto social y ambiental positivo, al tiempo que ofrecen retornos financieros sólidos a los inversionistas.
Nos enfocamos en abordar la brecha en el acceso al capital para las PYMEs y las startups en etapas iniciales en América Latina conocida como el «missing middle». Generalmente invertimos en empresas con ingresos anuales entre $200.000 y $3 millones, empresas que son demasiado grandes para microfinanzas pero a menudo aún no pueden acceder a capital de equidad institucional o préstamos bancarios en condiciones razonables.
Autora: Nicole Izquierdo Tapia
Coordinadora de Comunicación
IMPAQTO
